Autora: encosianima
El 6 de marzo de 2014, FairCoin fue distribuida mediante un airdrop. Concretamente, sus desarrolladores la enviaron de forma gratuita a diferentes monederos y la dejaron en el criptoespacio. Fue su particular nombre lo que atrajo la atención de Enric Duran, que decidió intentar comprar tantas como le fuera posible para un proyecto que iba a desarrollar en un futuro cercano, un proyecto llamado FairCoop.
Hay otro valor, además del concepto de justicia incluido en su designación, intrínsecamente relacionado con FairCoin: su blockchain ecológica, lograda tras un desarrollo posterior del equipo liderado por Thomas König:
"Hace dos años me di cuenta de la enorme demanda de energía y de la concentración de poder en torno a algunos grandes grupos (pools) que operan en la red de Bitcoin. Pensé que debía haber una forma mejor de hacerlo. ¿Por qué no intentar que los nodos cooperasen en lugar de competir para generar bloques? Algo profundamente asumido en el nuevo sistema es que la cooperación es más eficiente que la competición." Miners Beware - FairCoin Activates Cooperative Blockchain
¿Por qué Bitcoin es tan poco ecológico?
En pocas palabras, hay dos procesos asociados a la creacion y la vida útil de cualquier criptomoneda clásica:
- El mintado (acuñación) es la actividad común asociada a la creación de cualquier moneda; toda criptomoneda es un recurso digital diseñado para funcionar como un medio de intercambio que utiliza la criptografía para garantizar transacciones financieras seguras, verificar la transferencia de activos y controlar la creación de unidades adicionales.
- El minado, en una red de criptomonedas, se aplica a la validación de las transacciones. Los mineros consiguen nuevas criptomonedas como recompensa por este trabajo. La única trampa es que dicho trabajo supone el consumo de terabytes de energía, empleados para la resolución de los hashes implicados en la creación de nuevos bloques.
- Estos hashes, que validan cada transacción ejecutando complejos algoritmos como el SHA-256 y Scrypt, sirviéndose de máquinas especializadas como FPGAs y ASICs, pueden consumir hasta ~300 Megavatios en cada transacción.
Estas cifras, procedentes de una fuente fiable digiconomist.net, son algo estremecedoras:
Y, según este artículo de Nature.com, Las emisiones provocadas por Bitcoin podrían, por sí solas, elevar el calentamiento global más de 2°C.
El disruptivo lanzamiento de la blockchain regida por la PoC (July 2017).
Si FairCoin estuvo, desde el principio, basada en una mezcla más ecológica que combinaba PoW/PoS en su blockchain (la PoW blockchain recompensa a los ordenadores que hacen minería, mientras que una PoS simplemente recompensa a quienes ahorran criptomonedas) con la prueba de cooperación/Proof-of-cooperation (abreviado, PoC), implementada en FairCoin 2 -que es un fork de Bitcoin 0.12- se ha removido todo el código relacionado con el minado, que ha sido reemplazado por el código de PoC. Los bloques los generan los llamados Nodos Validados Cooperativamente (CVNs) - Proof of Cooperation.
FairCoin consume unos recursos mínimos y requiere mucha menos energía que otras criptomonedas; con la Prueba de Cooperación, ya no se requieren procesos de minado de alto consumo energético y la blockchain sólo necesita de 20 a 30 ordenadores normales o pequeños para operar. En estos momentos, el consumo energético de la blockchain de FairCoin es insignificante. Un total de 20-30 CVNs hacen posible su funcionamiento (validan las transacciones de forma rápida y efectiva), consumiendo sólo unos 300 vatios anuales en total, menos de lo que consume un hogar con cuatro personas durante el mismo periodo de tiempo. Más detalles aquí
Estos números están, obviamente, estrictamente vinculados al tráfico de la red (el número de transacciones realizadas), un detalle a tener en cuenta a la hora de hacer comparaciones con la red Bitcoin. Incluso así, el simple hecho de sustituir el minado competitivo por un sistema de validación cooperativa y el hecho de que su blockchain no necesita hashes que requieran un algo consumo energético hacen de FairCoin la moneda más ecológica del momento.
Así, como una medida más para proteger el medio ambiente, nuestra propuesta es enfocarnos en una criptomoneda ecológica y cooperativa que no incremente el daño que ya estamos haciendo a este planeta y que, al mismo tiempo, satisfaga nuestras necesidades.